lunes, 26 de octubre de 2009

Mi primer año





Nací un poco pronto, me adelante 4 semanitas, el día antes de nacer mis papis estuvieron terminando de comprar los muebles en el Ikea para mi habitación, y una tele para el taller de papa, fue el primer día de calor, y como tenía muchas ganas de ver mi habitación y pase mucho calor en la tripita de mi mama, me dije, pues ya es hora y nací. ¡Un chicazo!. Mi mama estaba un poco de los nervios volver a casa del hospital y los muebles del Ikea sin montar, ¡Que agobio!. Pero mi papa lo soluciono rápidamente.

Pese 2,400, que dos días después eran 2.100 así que en la primera revisión, me quede 3 días en el hospital, ya que tenía ictericia, fueron días muy agotadores y duros para mis papas, porque aunque sabían que no era grave, todo les sobrepasaba. Me pusieron debajo de una lámpara, se estaba muy calentito, y mis papas venias cada 3 horas a darme de comer y a darme muchos achuchones para que pronto me pusiera bueno. Se que los primeros días fueron muy difíciles para mis papas, pero desde el primer momento sabían lo mucho que me querían, superarían todos los problemas y que por supuesto me iban hacer muy feliz queriéndome mucho y ellos serían felices.

Con dos semanitas empecé la escuela, Estimulación Temprana, durante mi primer año mi profe fue Marta, fantástica, me hacia trabajar mucho y aprendí muchas cosas con ella, enseño a mi mama un tipo de masaje para niños Shantala, que todos los días después del baño mi mama me hace y me encanta. Mis papas asisten a estas terapias para que luego puedan seguir el trabajo en casa. Ahora tengo una nueva profe Paloma.

Creo que he tenido suerte, muchos de los niños con Síndrome de down, nacen con cardiopatías y otras enfermedades, yo nací con un ductus en el corazón, pero rápido se cerro, y estoy creciendo sano y fuerte.

Mis papas me han dicho que agradezca a los abuelos, familia y los amigos el apoyo, los besos, abrazos que les dieron cuando nací. Mis padres están ahora mucho más tranquilos, me alimento muy bien, sonrió mucho, y me gusta jugar, una vida de lo más normal. Están aprendiendo mucho sobre el Síndrome de Down y saben que con una buena estimulación y mucho trabajo van a sacar lo mejor de mi. Mi abuela dice que soy un niño muy bueno duermo y como y no lloró.

No hay comentarios: