miércoles, 23 de marzo de 2011

Cositas de mi mami

Ayer, pensando en el dia Mundial del Síndrome de Down, intente acordarme de la relación que había tenido con el Sindrome de Down antes de nacer Mitchel y me acorde de Ángel. Era final de curso y el Colegio de Torrecaballeros nos había pedido si los niños podían hacer una visita al taller de cerámica de John, por supuesto accedimos, eran unos 20, 30, un montón niños entre 4 y 5 años, y allí estaba Ángel un niño con Síndrome de Down, integrado con sus compañeros, todos estaban alrededor de John, yo con mi tripón de Mitchel estaba sentada en una silla-escalera y como la mesa de trabajo era un poco alta, observe a Ángel estirándose todo lo que podía, para poder ver todo lo que ocurria, mi instinto fue cogerle y sentarle a mi lado, para que no se perdiera nada, ahora casi tres años después, puedo sentir esa ternura que me produjo y las ganas de protegerle, lo sorprendida que estaba que un niño con Síndrome de Down estuviera de excursión con sus compañeros, al finalizar les regalamos una estrella de cerámica a cada uno, Ángel cogio su estrella, le dio la mano a su compañera de fila y salio tan contento, este encuentro ocurrió pocas semanas antes de que naciera Mitchel, creo que esa experiencia se quedo en mi subconsciente, me ha dado mucha tranquilidad y seguridad sin llegar a ser consciente de ello. Probablemente no habría pensado en ese momento si no hubiera sido por el giro de los acontecimientos que tuvieron lugar en nuestra vida a dar la bienvenida a Mitchel.

Mitchel con 6 meses


El síndrome de Down es a veces una parte aterradora, pero sobre todo hermosa (Mitchel) de mi vida al igual que ser mujer o envejecer. La vida no siempre es fácil, algunas cosas las elegimos, otras no, pero la vida es un conjunto. A veces le digo que siento que tenga que luchar y trabajar más y me siento mal cuando veo sus ganas de hablar y el trabajo que le cuesta decir “yogurt”, le encanta el yogurt, pero después veo la felicidad de su cara cuando se da cuenta de que si le he entendido y el esfuerzo ha merecido la pena, a veces pierdo el aliento al preocuparme que podría ser uno de esos casos de "mayor riesgo de diferentes tipos de enfermedades" , a veces pienso en la esperanza de vida. Pero estas "a veces" son pocas y distantes entre sí. Sobre todo, estoy sorprendido por el espíritu de mi niño y asombrada por su determinación.
El padre de un niño con síndrome de Down o autismo o síndrome de Turner o síndrome de Prader Willi o, para el caso, sin el síndrome quiere que el mundo acepte a su hijo, que le elogien, que le inviten a fiestas de cumpleaños, preguntarles y escuchar sus respuestas, que juegue, que le ayuden cuando tiene dificultades y reconocer todo lo bueno que tienen y puede dar al mundo. Hay que prestar la atención a la persona, al niño, al alma, no a la silla de ruedas, el cromosoma, la diferencia. Ahí que asombrarse de aprender algo nuevo de alguien, para reír, para disfrutar de un momento. Y luego transmitirlo. Difundir su mensaje de conciencia por la forma en que vive, su forma de hablar y la forma de tratar a las personas.
Yo sé lo que se siente al ser la mamá de un niño con necesidades especiales, y es en ese papel el que me ha impulsado a defender con más fuerza los derechos de las personas con síndrome de Down. A veces se necesita usar los zapatos de otros, o preguntándose qué sería usar los zapatos de una víctima del tsunami, una madre con cáncer, la esposa de un soldado, o el padre de un niño con una necesidad especial para obligarnos a ser más compasivos Espero que la lectura de este blog haya permitido sentir los retos y las alegrías de criar a un niño con síndrome de Down. Y, al hacerlo, espero que sean más conscientes de las capacidades de cada individuo. Gracias de nuevo por la lectura, por compartir, por ser parte de nuestro viaje.

4 comentarios:

El Blog de Anna dijo...

¡Gracias a ti por la reflexión!

Bonita historia la de antes del nacimiento de Mitchel.

Un abrazo de los 5.

Alma dijo...

Me ha gustado mucho esta entrada, gracias a tí por permitirnos conocer a Mitchel y seguir su evolución.
Un fuerte abrazo.

Mama de 7 dijo...

Un abrazo a Angel por ir "preparándote" ante el nacimiento de tu peque.

Ana Pastor dijo...

preciosa anécdota, lo importante es no olvidar la importancia del entorno de nuestros hijos en su educación, tengo o no SD.