Mitchel nacío el 19 de Junio de 2008, hasta que nació no supimos que era un niño y que además nacia con sindrome de down. Desde aquí queremos contar su historia.
miércoles, 5 de mayo de 2010
El taller del pan
Hoy me lo he pasado bomba en el cole, hemos hecho el taller del pan, hemos mezclado los ingredientes, amasado y después del horno a comer, hoy he merendado mi propio pan ¡que rico!, a que estoy guapísimo de chef, bueno eso es lo que dice mis papas
Carmen, me ha llegado al alma, porque mi abuelo materno (Manuel se llama así en su honor), fue panadero y en nuestro pueblo, somos las del "panadero" incluso Manuel es el de Noelia "la panadera", vamos familia de panaderos de toda la vida. ¡qué guapo está!. Besitos. Y Mitchell de parte de Manuel que no se te olvide vuestro trato ¿vale?
Que gracia me ha hecho el comentario de Noelia, es que mi abuelo materno también fue panadero toda su vida y mi padre lo fue durante una temporada, qué casualidad. Mitchel, lo dicen tus papis y lo decimos nosotros tambien, estás guapísimo con ese gorro de panadero, para comerte con el bollito y todo, jeje. Besos.
Emily Pearl Kingsley, guionista de “Barrio Sésamo” y madre de un niño con síndrome de Down escribio el siguiente texto se titula “Viaje a Holanda” y pretendía explicar con una imagen muy clara y didáctica cómo, a veces, lo que llamamos dificultades, sólo son “realidades diferentes” de las que esperábamos o habíamos programado. Esperar un hijo es como planear un fabuloso viaje de vacaciones a Italia: compras muchas guías de turismo y haces unos planes maravillosos: el Coliseo, el “David” de Miguel Ángel, las góndolas de Venecia… También puedes aprender algunas frases en italiano. Es todo muy emocionante. Tras meses de preparación, finalmente llega el día. Haces las maletas y estás nervioso. Al cabo de unas horas, en el avión, la azafata proclama: “Bienvenidos a Holanda.” “Holanda?” –preguntas. “Cómo que Holanda? Yo he pagado para ir a Italia! He soñado toda la vida con ir a Italia.” Pero ha habido un cambio en el plan de vuelo. El avión ha aterrizado en Holanda y tienes que quedarte. De manera que tienes que salir y comprar nuevas guías de turismo. Incluso tendrás que aprender un idioma nuevo. Lo importante es que no te han llevado a un sitio horrible. Se trata, simplemente, de un lugar diferente. Es más lento y menos deslumbrante que Italia. Pero pasado un tiempo y después de recuperar la respiración, empiezas a mirar a tu alrededor y te das cuenta de que Holanda tiene molinos de viento, tulipanes, incluso Rembrandts… Pero todos tus conocidos están ocupados yendo y viniendo de Italia, presumiendo de los días maravillosos que han pasado. Y durante el resto de tu vida, te dirás: “Sí, allí es donde se suponía que iba yo. Aquello es lo que yo había planeado.” Esto es una pérdida muy significativa. Pero si malbaratas la vida lamentando no haber ido a Italia, no podrás ser nunca libre para disfrutar de lo que es especial. Las cosas encantadoras que te ofrece Holanda.
4 comentarios:
Carmen, me ha llegado al alma, porque mi abuelo materno (Manuel se llama así en su honor), fue panadero y en nuestro pueblo, somos las del "panadero" incluso Manuel es el de Noelia "la panadera", vamos familia de panaderos de toda la vida. ¡qué guapo está!. Besitos. Y Mitchell de parte de Manuel que no se te olvide vuestro trato ¿vale?
Que gracia me ha hecho el comentario de Noelia, es que mi abuelo materno también fue panadero toda su vida y mi padre lo fue durante una temporada, qué casualidad.
Mitchel, lo dicen tus papis y lo decimos nosotros tambien, estás guapísimo con ese gorro de panadero, para comerte con el bollito y todo, jeje.
Besos.
Prueba
QUe guapo con el gorrito. Siento lo del fisio, pero seguro que el proximo será muy bueno también y se ganará vuestra confianza.
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